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ROMA: ¿para chefs sofisticados o taqueros de barrio?


PREMISA 01 No me importa si ROMA es nominada o ganadora de premio alguno. Acostumbro ver las películas que me atraen; disfruto Rápido y Furioso de James Wan o Rojo de Krzysztof Kieślowski.


PREMISA 02Considero que el cine es como la comida: puedes probar de todo pero no tiene que gustarte todo; puedes quedarte con tu mezcla favorita de sabores y punto; sea ésta producto de juntar frijoles con arroz (mezcla simple, deliciosa y funcional) o de la suma exótica, cruel y costosa del foie gras. Comer es un placer similar a ver películas. Pienso que la clave está en comer y ver lo que te gusta; vamos, yo nunca como cuando no tengo hambre y no veo las obras que no me apetecen.


A fuerza ni los zapatos entran y la sofisticación forzada es pura pretensión.


ROMA


Creo que es una gran historia; una sobre la soledad a pesar de vivir rodeado de personas; que aborda la fortaleza emergente y sistemática de las mujeres; que encuadra al amor incondicional sin correspondencia; que exalta el cómo vivimos juntos pero no revueltos; que retrata la injusticia de la vida social per sé; que muestra el buen vivir, el mal morir y bonito renacer; una historia que no se olvida de hablar sobre los catalizadores que podemos encontrar a la vuelta de la esquina.


Es además una obra contada minuciosamente y llena de viñetas culturales sean éstas sobre la caca de perro o del acoso sexual. Desde luego que además está llena de simbolismos y metáforas (faltaba más que Alfonso Cuarón no se diera esa licencia en tanto es su primera película 100% suya y 100% libre en manufactura y distribución) pero si no eres aún capaz de leerlos, no importa también entenderás la historia.



Ahora, si te interesa saber cómo se prepara todo lo que comes pues tal vez debas recurrir a un par de textos, talleres de apreciación cinematográfica y cosas que mejoren tu lectura entre líneas. Y ya; y si no pues no.


Si ROMA no te gustó; puedes decirlo y no pasa nada; no es pecado; tal vez te inclinas más por las delicias del pozole pero por otro lado, si la amas, tampoco es que seas un privilegiado poseedor de ojos tan únicos como exquisitos; es probable que tengas un espectro más amplio en tu paladar, sólo eso.


Recuerda además que las cosas que nos gustan no se convierten en fantásticas por ese simple hecho pero tampoco olvides: aquello que odiamos no se vuelve una mierda en automático.

Creo que ROMA no es sólo para gente conocedora que usa guantes y bebe coñac; sino para gente sensible capaz de darse la oportunidad de probar algo más que unos deliciosos, únicos y cósmicos tacos al pastor.Hay ciertas obras que son gustos adquiridos y el gusto es siempre subjetivo. Ve ROMA; no hagas caso a esas sandeces que circulan en redes: "ni intindirís RIMI si vivis fieri di CDMX".


El recurso universal para contar cualquier historia es dotarlas de valores humanos (y cotidianos) sin importar si se desarrolla en Wakanda o en la Inglaterra victoriana.Corre a ver ROMA, vela en un cine o en tu cama; pero hazlo y comenta lo que entendiste o no entendiste; lo que te gustó o no gustó. Se lo merece.


Y recuerda siempre: la vida no sería la misma sin la Maruchan® de camarón.

PD. Marina de Tavira logró sin problema y sin restricciones construir mi personal terna de mujeres perfectas; hoy está ahí junto a Diane Lane y Madeleine Stowe.

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