Sostengo que las salas de cine llegaron a su fin; desde luego me refiero al modelo de negocio que predominó por más de 100 años y que ante la actual coyuntura económica, social, política, cultural y tecnológica que vivimos, no logrará sobrevivir.
Pero partamos de dos premisas para después analizar una a una las 4 muertes que detecto:
1. Hoy está claro que las empresas OTTs (Over the Top) que ofrecen contenidos vía streaming están tomando el control del entretenimiento on demand: Netflix®, Hulu®, Amazon® Prime, HBO®, Walmart®TV más las recién anunciadas Disney®+ y Apple® Stream; son una realidad y controlarán en breve la mayoría de las producciones cinematográficas y del formato TV Series. Juntas invierten casi U$ 14.5 billones de dólares en producciones.
2. La exhibición de películas en México está controlada por Cinemex y Cinépolis a quienes me referiré por su nombre: duopolio.
Ahora sí, vayamos una a una:
LA MUERTE POR CEGUERA
Para que un Modelo de Negocio surja, evolucione y crezca es necesario que se apegue y entienda los hábitos de consumo de la gente; que sepa cuándo es que éstos cambian para así generar, entregar y recibir valor. Al no hacerlo es que eventualmente desaparecen.
Y es eso lo que le está sucediendo en la actualidad al modelo de negocio llamado cines: gente con entre 25 y 30 años está dejando de ir a las salas: el ruido, los bebés irresponsables que llevan a sus papás, los ronquidos del desvelado de en frente, la distancia, los precios, la lluvia, la flojera o un clic de distancia desde su mullida cama; lo que sea pero están evitando las salas de cine y eso conlleva irremediables pérdidas para las cadenas de cines.
Lo anterior parece evidente pero parece que para los cines no tanto ya que en la práctica siguen ofreciendo desenfadadamente lo mismo que los hermanos Lumiere en 1895: una imagen proyectada al frente de una sala oscura y llena de gente. Además creen que un asiento moviéndose es aportar valor. Ok, no.
En 1919, Charles Chaplin, Douglas Fairbanks, Mary Pickford y David Wark Griffith fundaron United Artists Corporation con la intención de controlar sus propios intereses en vez de depender de estudios comerciales; ¿qué hicieron? pues sus propias salas de cine (en México existieron algunas) y que si bien hoy son propiedad de MGM, fueron bastante disruptivos para su época: diversificar para controlar más medios. El duopolio nunca lo vio.
Gente con entre 25 y 30 años está dejando de ir a las salas.
LA MUERTE POR SORDERA
En 2011 María Rojo, entonces presidenta de la comisión de Cultura en el Senado de la República planteó cambios a la Ley Federal de Cinematografía para que:
a) Se estableciera como máximo de copias de cualquier película 20 por ciento en relación con el número de pantallas disponibles en México y equilibrar así el mercado interno (producciones nacionales) y
b) Que la permanencia obligatoria de filmes mexicanos en salas de exhibición tuviera una duración de una semana, como mínimo, siempre y cuando en este lapso alcance más de 25 por ciento de ocupación de butacas disponibles.
La Ley vigente cuenta con ello en la letra pero el TLC anuló su operación protegiendo así a las películas extranjeras. Las grandes distribuidoras arrasaron en las salas de cine nacionales y éstas dijeron NADA: hicieron como que no oyeron y no apoyaron a Rojo en su iniciativa. Aquí la info completa: http://bit.ly/2r7wexp.
Desaprovecharon así una oportunidad de oro: fortalecer la industria nacional de la que un día necesitarían. Desoyeron al mercado interno por sólo cortejar al externo.
Fácil: no tendrían que recurrir a partidos de la NFL o de la Selección Nacional o a impartir clases de dos pesos en sus salas.
LA MUERTE POR AVARICIA
En tanto a los cines no importó apoyar a Rojo (lo cual hubiera implicado enfrentar a las majors) y se dedicaron sólo a generar multimillonarias ganancias (legítimas), nunca apostaron por la industria nacional: ¿qué sería hoy del duopolio si desde hace 20 años hubieran empezado a preocuparse por una industria productora de contenido que desde ya podrían exhibir de forma exclusiva en sus salas? Fácil: no tendrían que recurrir a partidos de la NFL® o de la Selección Nacional o a impartir clases de dos pesos en sus salas. Amasaron dinero, inauguraron miles de salas pero de producir algo, ni hablemos.
LA MUERTE POR SOBERBIA
La afrenta contra la película ROMA que el duopolio aplicó hace unos días (negarse a exhibir la película por no contar con el tiempo mínimo requerido - 90 días- para su estreno en lugares privados) es un balazo en el pie ya que el horno no está para bollos.
El duopolio tenía una oportunidad de varias dimensiones para poner a su favor el vendaval que se aproxima:
a) Vender boletos aunque fueran sólo unos días: algo es mejor que nada;
b) fingir que el cine les importa y
c) co-existir con la realidad llamada Netflix®. Cuelga decir que la obra de Cuarón es de una trascendencia social, política y cultural sin parangón: se cumplen 50 años de la matanza de Tlaltelolco y la obra busca entre otras cosas retratar lo vivido en aquella época.
Quienes vivieron el 68 son parte de una generación que está muriendo (oscilan los setenta y muchos años) y supongo hubieran ido a verla; y quienes no lo vivimos pero sabemos de su importancia o simplemente porque se trata de Cuarón pues supongo que también.
El director también hubiera preferido que se viera en una sala de cine ya que fue hecha así; para verse en el cine (aunque sea para los exquisitos que aprecian y valoran la óptica, la narrativa y la luz); desde luego que Cuarón también apostó por llegar a más audiencia. El duopolio cree que le ganó a Cuarón y a Netflix® pero no es así y el tiempo lo demostrará.
Hollywood seguirá proveyendo de oxígeno a las salas del duopolio en tanto continúe produciendo cine pero la tendencia es a la baja.
CONCLUSIONES
1. El avance, la velocidad y penetración de Internet hacen posible lo que hace unas décadas parecía un sueño: más gente conectada demandando contenido; y a más gente demandando contenido, más empresas productoras haciendo contenido.
2. Ante la llegada de más competidores y el retiro de contenido por parte de Disney® de su plataforma, Netflix® deberá apostar más por sus producciones originales (deberá producirlas por toneladas) que por cierto, no llegarán a las salas de cine.
3. Es verdad que Hollywood seguirá proveyendo de oxígeno a las salas del duopolio en tanto continúe produciendo cine pero la tendencia es a la baja: según el portal stephenfollows.com "Los cambios tecnológicos hacen que las películas sean más fáciles y más baratas de hacer y distribuir. Además, los cambios en la industria significan que las películas pasan mucho menos tiempo en los cines antes de pasar a otras plataformas, como DVD y Video On Demand". ¿Cómo suena ahora el argumento del duopolio para no exhibir ROMA?
4. Según el mismo portal referido arriba, la demanda de más contenidos afecta negativamente a los cines ya que al aumentar su oferta en cartelera, la rotación debe ser mayor y no les da tiempo de comercializarla bien; cosa que para las OTTs es un atractivo ya que la sobre-oferta se administra positivamente por parte del usuario y directo en su portal.
5. La tendencia a la baja de la afluencia del público a las salas es mundial. En 2016 EU estrenó 736 películas (el doble que en el año 2000) pero su tráfico a salas disminuyó. Ver tabla.
6. Qué sabios fueron los fundadores de United Artists al crear algo que les diera libertad creativa e independencia comercial.
7. Vaticino que el duopolio (y, ¿por qué no? también a las cadenas de cine en el mundo) terminarán por pagarle a las OTTs por exhibir lo que ellos nunca se atrevieron a producir; y es que nunca aportaron nada relevante a la industria cinematográfica: no le incentivaron, no le valoraron, no crearon nada, no; su negocio fue vender palomitas y refrescos caros.
8. Netflix® enfrentará competencia sólida: Apple Streaming contará con dos ejecutivos ex-Sony Pictures Jamie Erlicht y Zack Van Amburg quienes tienen una amplia experiencia en la producción de televisión a nivel mundial. Sus programas han ganado 36 Emmys y docenas de premios Golden Globes, AFI y WGA con series como Better Call Saul, The Blacklist, Bloodline, Breaking Bad, The Crown, Damages, Rescue Me, The Shield, entre otros.
En fin. El duopolio pudo hacer tanto pero se atrevió a tan poco.
El modelo de negocio de las cadenas de cines se puede resumir hoy en dos palabras de suyo conocidas: THE END.
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