La evolución de las Agencias (todas) en la era digital
- Alan Quiroz

- 27 ago
- 3 Min. de lectura
Del Caribe a la Nube: un paralelismo del Siglo XXI. Las agencias en la era digital.
En los años 70, la música latinoamericana, con su riqueza de ritmos como el Guaguancó, la Cumbia y el Mambo, era un mosaico cultural incomprensible para el mercado masivo estadounidense. La industria discográfica, buscando simplificar su comercialización, decidió agruparlo todo bajo un mismo término: "Salsa". Este acto de simplificación resuena hoy en el mundo de las agencias.

"Agencia" se ha convertido en una etiqueta genérica para un sinfín de disciplinas: Publicidad, Marketing, Branding, y las más recientes, Digital y Experiencia. La acelerada innovación tecnológica ha borrado las fronteras, dando paso a servicios multidisciplinarios, "integrados" o "360". Cada una de las agencias, con su ADN único de habilidades y métodos, a menudo crea confusión en el mercado, dejando al cliente incierto sobre qué esperar.
Una crisis de identidad y un legado de éxito
El mundo de las agencias en la era digital ha enfrentado una profunda crisis de identidad y crecimiento en la última década. El panorama mediático, fragmentado y digital, ha redefinido las reglas del marketing y la comunicación. A esto se suma la creciente incursión de gigantes tecnológicos y consultoras que han devorado una porción significativa del presupuesto tradicionalmente destinado a las agencias. Los efectos son claros: fusiones, adquisiciones y una búsqueda desesperada por una nueva identidad.
La clave ya no es lo que haces, sino cómo lo haces.
Durante décadas, las agencias operaron bajo un modelo de éxito. Eran los "Virgilios" que guiaban a las marcas a través de un sistema mediático complejo, descifrando el mercado y a los consumidores para impulsar el crecimiento. Este legado de éxito, forjado por grandes mentes e ideas brillantes, se convirtió, irónicamente, en su mayor obstáculo. La frase "demasiado grande para cambiar" se hizo trágicamente real. La tecnología y los consumidores evolucionaron a un ritmo vertiginoso, mientras que la herencia de un modelo exitoso frenaba la transformación.
El multiverso y un modelo en crisis
El mundo de las agencias, como el resto de la economía digital, está atrapado en un "efecto burbuja". Tal como lo señaló Sir Martin Sorrell, ex CEO de WPP, las agencias a menudo ignoran otros modelos de negocio y se quedan en su zona de confort, lo que limita su capacidad de innovar.
Durante años, el modelo de "Agencia de Registro" (AOR) —una relación exclusiva y de largo plazo con una marca— garantizó presupuestos estables. Esto permitió a las agencias invertir en talento y expandir sus operaciones. Sin embargo, con la llegada del mundo digital y la llamada "Nueva Economía", el retorno de la inversión (ROI) de la publicidad tradicional dejó de justificar esas enormes inversiones. Las marcas comenzaron a construir sus propios sistemas digitales, gestionando la relación con sus audiencias directamente.
A medida que los presupuestos se fragmentaron y se redirigieron hacia tecnología, producción de contenido y experiencia de usuario, las grandes agencias se encontraron en un aprieto. Para mantener su relevancia, comenzaron a adquirir empresas de tecnología y consultoría, pero esto no fue suficiente. Los datos más recientes (2025-2026) muestran que el 40% de los presupuestos de marketing digital se gestionan internamente, y un 25% más se canaliza directamente a consultoras tecnológicas. En el mismo periodo, las agencias tradicionales han visto una reducción de hasta un 30% en sus ingresos, y una fuga de talento, ya que dos de cada cinco profesionales optan por trabajar en empresas de tecnología o consultoría.
Innovar es un verbo, no un sustantivo
El cambio no se trata solo de comprar nuevas habilidades o de ofrecer nuevos servicios en un menú. La verdadera transformación significa redefinir la forma de pensar, de trabajar y de relacionarse con el mundo. El éxito desmedido y la importancia de una cultura exitosa en el pasado se convirtieron en la principal resistencia al cambio.
Un modelo organizacional complejo, la fricción cultural, un negocio fragmentado y la dispersión de presupuestos han demostrado que las agencias necesitan una nueva identidad. La clave ya no es lo que haces, sino cómo lo haces. El futuro pertenece a quienes pueden reinventarse, no solo a quienes se aferran a un legado que, aunque brillante, ya no es sostenible.



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